en detalles de mis hermanos que yo hasta ahora desconocía, por ejemplo; nuestras hembras prefieren poner los huevos por la noche, en la oscuridad, aunque algunas también lo hacen de día, tal vez sea porque los machos en cuanto tenemos luz no paramos, aleteamos, hacemos mucho ruído y no las dejamos en paz, quizás no se concentren tanto de día, en tanto y cuanto de noche, sin luz, nos estamos quietos, no hay actividad en nuestra caja, en mi caso, yo con mis pocos días de vida soy muy activo, no paro, de tanto aletear me estoy quedando sin alas, ya tengo dos diminutos apéndices que apenas hacen ni ruído aunque sigo sano y vigoroso y dispuesto a buscar más de las 3 o 4 hembras con las que ya me he apareado.
También me he fijado que las hembras al poco de salir del capullo expulsan un chorro sanguinolento por el abdomen, a veces les sale como a presión y lo lanzan 4 ó 5 veces el tamaño de su cuerpo, de lejos, imagino que eso significará que ya están listas para la cópula.

Hay veces que veo algunos congéneres míos machos, que ya de tanto aletear se ponen bocabajo y con el movimiento de las alas van al revés, recorren toda la caja, molestándonos a todos, a los que están descansando, a los que están apareados, etc..., su fín está cerca, mi cuidador los coge cuidadosamente con los dedos y los dá la vuelta, es decir los pone en horizontal, pero su ciclo biológico ya no va a durar ni 24 horas, es... Simple- mente ley de vida, por mucho que nuestro amo intente resucitarles.

Cuando ya no tengo ni alas, aunque sigo vivo , estamos a primeros de Julio del 2007 y mi amo casi termina ya sus estadísticas con unos resultados francamente positivos, de 120 gusanos que éramos al empezar este proyecto, logramos terminar en capullo 78, de los cuales hemos nacido 68 mariposas, quedan aún 10 por nacer , y entre todas según un recuento hecho últimamente por nuestro cuidador hemos puesto unos 3000 huevecillos, muchos más de los que el pensaba, es decir que suponiendo que de las 68 la mitad fueran hembras han puesto una media de cerca de 90 huevos cada una.

Para él ha sido una experiencia muy gratificante, le ha recordado su niñez, quizás un poco obsesionado con nosotros , pero era como su asignatura